sábado, 9 de julio de 2016

Dinero

Estaba pensando que el dinero no es tan importante para ser feliz, pero realmente sí tiene un papel que jugar en esta aventura que es la vida. Busco en Internet experiencias increíbles y todas ellas tienen un precio: paracaidismo 100€, rafting 20€, noche en una cabaña construida en un árbol de un parque natural: 200€, sexo con una mujer: 50€ (el precio incluye las mentiras para hacerte sentir bien como “qué pene más grande tienes” o “me encanta que un gordo asqueroso se siente encima de mío”).

Una experiencia que estoy viviendo ahora mismo es un curso sobre drones (60€). Estos robots son realmente útiles y tienen un gran número aplicaciones: espiar a tu vecina, espiar a la hija de la vecina, espiar a la pareja de perros fornicando de tu vecina. Estoy enfermo. Por supuesto los drones no son baratos, lo que no sienta bien al bolsillo del aficionado a estas máquinas pervertidas voladoras, pues se rompen al mínimo roce. O al ser golpeados con una piedra por tu vecina enfurecida.

Es en este entorno capitalista donde muchas personas aspiran a llegar más lejos en el terreno económico: a tener trabajadores a su disposición, a vestir con un traje Armani de 5000€ o a hacerse necesario el comprar un Mercedes. Sin embargo se olvidan de los pequeños placeres de la vida, de caminar sin prisas simplemente por tu propio gozo, de ver un amanecer o de respirar profundamente en medio de ninguna parte. Es entonces cuando les criticamos, les decimos que el dinero les ha cambiado, que el egoísmo les ha atado de manos y pies. Y sin embargo somos nosotros quienes se los permitimos, quienes compramos esas zapatillas producidas por trabajadores explotados en Vietnam, quienes compramos sus productos sin necesitarlos para nada.
Por ello yo quiero, como todo el mundo, vivir una vida ganando lo suficiente para no tener que preocuparme de mis números en la cuenta bancaria cuando tengo que pagar una experiencia alucinante. Pero siempre llevando cuidado de no trabajar demasiado, de no hacer lo que me gusta, de no pasar el tiempo suficiente con mis amigos, de no leer ese libro tan bueno que llega a mis manos (que bajo ilegalmente en Internet).


El dinero es importante pero más importante es recordar que simplemente es una herramienta para alcanzar nuestro propósito, el de todas las personas: la felicidad.



(En la foto se muestra una sencilla planificación mediante post-its con la que puedes administrar mejor el dinero para las experiencias increíbles)

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