Estaba
pensando que el dinero no es tan importante para ser feliz, pero realmente sí
tiene un papel que jugar en esta aventura que es la vida. Busco en Internet
experiencias increíbles y todas ellas tienen un precio: paracaidismo 100€,
rafting 20€, noche en una cabaña construida en un árbol de un parque natural:
200€, sexo con una mujer: 50€ (el precio incluye las mentiras para hacerte
sentir bien como “qué pene más grande tienes” o “me encanta que un gordo
asqueroso se siente encima de mío”).
Una
experiencia que estoy viviendo ahora mismo es un curso sobre drones (60€). Estos
robots son realmente útiles y tienen un gran número aplicaciones: espiar a tu
vecina, espiar a la hija de la vecina, espiar a la pareja de perros fornicando
de tu vecina. Estoy enfermo. Por supuesto
los drones no son baratos, lo que no sienta bien al bolsillo del aficionado a
estas máquinas pervertidas voladoras, pues se rompen al mínimo roce. O al ser
golpeados con una piedra por tu vecina enfurecida.
Es en este entorno
capitalista donde muchas personas aspiran a llegar más lejos en el terreno
económico: a tener trabajadores a su disposición, a vestir con un traje Armani
de 5000€ o a hacerse necesario el comprar un Mercedes. Sin embargo se olvidan
de los pequeños placeres de la vida, de caminar sin prisas simplemente por tu
propio gozo, de ver un amanecer o de respirar profundamente en medio de ninguna
parte. Es entonces cuando les criticamos, les decimos que el dinero les ha
cambiado, que el egoísmo les ha atado de manos y pies. Y sin embargo somos
nosotros quienes se los permitimos, quienes compramos esas zapatillas
producidas por trabajadores explotados en Vietnam, quienes compramos sus
productos sin necesitarlos para nada.
Por ello yo
quiero, como todo el mundo, vivir una vida ganando lo suficiente para no tener
que preocuparme de mis números en la cuenta bancaria cuando tengo que pagar una
experiencia alucinante. Pero siempre llevando cuidado de no trabajar demasiado,
de no hacer lo que me gusta, de no pasar el tiempo suficiente con mis amigos,
de no leer ese libro tan bueno que llega a mis manos (que bajo ilegalmente en
Internet).
El dinero es
importante pero más importante es recordar que simplemente es una herramienta
para alcanzar nuestro propósito, el de todas las personas: la felicidad.
(En la foto se muestra una sencilla planificación mediante post-its con la que puedes administrar mejor el dinero para las experiencias increíbles)
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