martes, 29 de diciembre de 2015

Noche Vieja

Hace casi como un mes que me empezaron a calentar la cabeza con el tema de qué hacer en Noche Vieja. Un maldito mes para una única noche, en serio tío. Al parecer todos los malditos humanos se van a una casa rural o de fiesta a una gran ciudad, en lugar de quedarse en el puñetero pueblo donde vivo. De verdad, es genial si eres un anciano en busca de paz y tranquilidad, pero enormemente aburrido si eres un adolescente salido queriendo meterse en las bragas de la primera desconocida que encuentre. Y desconocidas aquí pocas porque mi pueblo no es demasiado grande y casi todos nos conocemos. El caso es que empecé a hacer planes con mis amigos de siempre, sí esos marginados como yo, me cago en esta puta sociedad, de verdad. Será culpa mía y todo...
Discutimos sobre ir a una gran ciudad cerca de nuestro pueblucho, comprar bebida, ir a una discoteca y pasar dos horas borrachos y sin poder movernos porque estaría superpetada. Me dijeron que a esa discoteca en concreto iban a ir casi todos nuestros amigos-vecinos del pueblo. Su puta madre, como si me hacía mucha ilusión verlos. Pero lo mejor era el precio. Entre el transporte (seguramente taxi), el alcohol y la entrada a la infernal discoteca nos dejaríamos fácil 60 pavos. La gente está grillada, de verdad.

¿Y todo para qué? Pues para nada, porque al final nos quedamos en el pueblo e iremos al único bar decente. Joder dejad de darme la vara si al final se va todo a la mierda, en serio. Pero me alegro. Prefiero pasar la Noche Vieja en el pueblucho en lugar de en una gran ciudad donde todos los chicos populares y guapos se divierten ligando con alguna choni o pegando la cebolleta al trasero de una guarra, y yo más solo en una maldita esquina viendo aquel espectáculo. Me cago en el maldito concepto de diversión un sábado por la noche de esta puñetera sociedad, de verdad.


Cambio. Como habréis observado, el lenguaje de esta entrada es bastante diferente del de las anteriores. Uso muchas más coletillas como "de verdad" o "en serio", además de bastantes palabras malsonantes. Lo puedo explicar, así que no os precipitéis a lanzar acusaciones de mi pobreza literaria.
Lo que ocurre es que estoy leyendo un libro llamado El guardián entre el centeno. Una de mis más atractivas y, a veces, mis peores cualidades es que cuando veo una serie o leo un libro, puedo meterme en el personaje de una manera asombrosa. Y las cualidades del personaje en cuestión las llevo hasta la vida cotidiana. Pues bien, el protagonista de este libro (narrado en primera persona) utiliza este tipo de lenguaje y está resentido con la sociedad en general. Quizás cuando acabe el libro haga un pequeño resumen o una comparación mía con ese personaje. En fin, ¡Feliz Año Nuevo!, y toda esa mierda que se suele decir...

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