jueves, 31 de diciembre de 2015

El guardián entre el centeno

Cuando un libro me gusta lo leo rápido, especialmente rápido. Parezco un maldito crío preocupado por no poder acabar de leerlo porque en cualquier momento puede venir el matón de la escuela y quitarte el libro. En realidad, en mis tiempos mozos los abusones no robaban libros, pero igual hoy en día han adquirido mayor nivel de cultura. O quizás no, quien sabe.

El caso es que he acabado en seguida El guardián entre el centeno. El protagonista es un muchacho de 17 años que tiene una visión pesimista del mundo, creyendo que la mayoría de la gente es falsa, que vive con una máscara que le tapa el rostro. Para ser sincero, lo empecé a leer porque estaba interesado en su actitud y en cómo acabaría, pero en mi opinión el final ha sido un poco decepcionante. Pensaba que iba a ser un tío bastante tímido y normal, pero ni hablar. Un par de diferencias entre él y yo, es que él salía con bastantes chicas y en ocasiones se ponía a "hacer el indio". Hace grandes tontería por el simple hecho de apetecerle. Es magnífico, de verdad.

Este título ha sido bastante polémico por las referencias sexuales, drogas, y todas esas cosas malas que si juegas con ellas puede venir el hombre del saco y cortarte los testículos. Si mi madre me hubiera dicho eso de pequeño jamás habría tomado drogas. Tampoco tomo nada raro, no os preocupéis. Además leí que el asesino de John Lennon estaba obsesionado con este libro, aunque tampoco creo que sea su motivación principal.

Unas palabras que me llamaron mucho la atención decían: "No hay forma de dar con un sitio bonito y tranquilo porque no existe. Puedes creer que existe, pero una vez llegas allí, cuando no estás mirando, alguien se cuela y escribe <<Que te jodan>> delante de tus narices". Puede ser verdad, pero es muy triste fijarse en estos detalles en lugar de los bonitos. Quiero decir si te pasas el día buscando los "que te jodan", te estarás perdiendo ese precioso amanecer o esa sonrisa inocente de la chica que se te cruza. No sé, es muy difícil de explicar. No quiero ser como el protagonista, pero me gustaría hacer más el indio. Parece que sea lo único claro que he sacado del libro, pero es que deseo con toda mi alma ponerme a hacer el idiota que quiero ser sin que me importe lo que la gente piense. No sé, es difícil de explicar.



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